lunes, mayo 29, 2006

Buenos Aires: Juzgan a ex directivo de GEBA acusado de abusar de una niña

El imputado es Francisco De Paula Adán, quien llegará al proceso acusado de los delitos de abuso y corrupción de menores agravada, por lo que podría recibir una pena de hasta 15 años de cárcel.

Según surge de la investigación, el caso se descubrió de manera casual en abril de 2004, cuando la niña le propuso a un compañero de colegio mostrarle su vagina y que le hiciera "rulitos" con los dedos de la mano, a cambio de un caramelo.

El niño le contó este episodio a su madre, quien decidió hablar con las autoridades del colegio, ante la sospecha de que la propuesta de la nena fuera originada en algún tipo de abuso que sufría.

Cuando la madre de la pequeña tomó conocimiento del hecho, habló con su hija, quien le confesó que su abuelo "Paco" la tocaba en "la chocha y la cola" cuando se quedaba a dormir en la casa de la abuela, tanto cuando estaban en la cama como cuando el hombre la bañaba.

La madre, Mónica Olivares Carabelli, realizó la denuncia penal contra su padrastro, quien fue detenido en un hotel porteño -tras haber sido echado de la vivienda que compartía con su mujer- y luego procesado con prisión preventiva.

En las indagatorias, el directivo de GEBA siempre cuestionó la veracidad de la denuncia y la vinculó a una disputa familiar por temas económicos, ya que -afirmaba- su mujer era 20 años más joven que él y había puesto todo su patrimonio a su nombre.

De Paula Adán aseguró que le cedió dos departamentos de 100.000 dólares cada uno, producto de dos indemnizaciones, y que cuando tenía que cobrar dos plazos fijos lo echaron de su casa y le dijeron: "Te vas sin un peso".

Según el abogado de la querella, Carlos Wiater, esa versión es "falsa" y "está totalmente acreditado que existió el abuso en base a los declarado por la niña y lo que dicen los psicólogos".

En el fallo que confirmó el procesamiento, la sala IV de la Cámara del Crimen afirmó que "es posible deducir de la declaración de la niña que el normal desarrollo de su sexualidad ha sido alterado por los sucesos aquí investigados".

En base a un informe de la psicóloga que atendió a la niña, los jueces señalaron que "la menor ha demostrado conocimientos sexuales inapropiados para su edad, ha relatado conductas sexuales precoces o aparentemente seductoras e hizo referencia a masturbaciones bajo sobreestimulación visual".

Wiater explicó que en este caso la pena por ese delito es de entre 10 y 15 años de prisión, ya que la figura de corrupción de menores está agravada porque la víctima tiene menos de 13 años y el victimario era el abuelastro y, por lo tanto, tenía el rol de
guardador de la menor.

El proceso será encabezado por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 e intervendrá el fiscal Roberto Amallo, quienes durante tres jornadas, a partir de las 9 del lunes, escuchará a 16 testigos, entre ellos familiares de la niña, autoridades del
colegio al que asiste y psicólogos.

Pese a que la querella se opuso, los jueces Rodolfo Ricotta Demby, Miguel Ángel Caminos y Marcelo Avrutin Suárez ordenaron que se le tome declaración a la niña a través del sistema conocido como "Cámara Gesell".

Wiater explicó que uno de los especialistas que atiende a la niña, Norberto Garrote, presentó al tribunal un informe que sostiene que es "inconveniente" que sea interrogada porque "volverá a revivir todo ese episodio, que fue muy traumático".

Sin embargo, está previsto que en una de las audiencias las partes se trasladen a un edificio donde funciona la cámara y escuchen las preguntas que se le harán a la niña, detrás de un vidrio, para que ella pueda verlos.
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