martes, marzo 14, 2006

La carne tiene que bajar un 25%

El convulsionado sector ganadero vivió el viernes 10 una jornada récord, cuando casi 25000 animales ingresaron en el Mercado de Hacienda, cifra inédita en varios años.





Los ganaderos respondieron así a la medida gubernamental que suspende las exportaciones de carne por 180 días, tratando de anticiparse a un desplome de las cotizaciones. De esta manera, el precio del kilo vivo bajó ostensiblemente, y ahora resta esperar para conocer cuánto bajará el precio al consumidor y cuándo ocurrirá esto.

Oscar González Oro, en su programa de Radio 10, buscó las respuestas que para estos interrogantes tiene una de las voces más salientes del campo de la ganadería: “El miércoles tiene que llegar a las carnicerías esta baja del 25%. Si no, ustedes, los medios de comunicación, tienen que denunciar a todos los carniceros que no bajen un 25% el precio de la carne”, dijo el entrevistado, Alberto Samid, quien añadió que “a partir de ahora la carne va a ser accesible para todos los argentinos”.

El Rey de la Karne, como suele llamárselo, se complació de que estos sectores ganaderos “se dieron cuenta de que la carne no puede llegar a 30 pesos, como pretendían, porque si seguían comportándose así, sin entender que los que tenemos más debemos ayudar a los que menos tienen, un día la gente se iba a cansar y les iba a sacar todo. Pero por suerte comprendieron, porque no podía ser que este fuera el único sector rebelde, que no se había encolumnado con el gobierno en la lucha contra la inflación”.

La entrevista entró en calor cuando las personalidades del conductor y del entrevistado encontraron vía libre al debatir la posición de Oro, de que no está mal ser rico. Fue entonces cuando el ganadero describió su visión de la sociedad argentina: “Están los ricos, estos sectores que le digo, que no ven más allá de la General Paz, que viven en countries, que veranean en Punta del Este, y no conocen el hambre, la miseria, la desocupación, la falta de salud; están los pobres, los marginados, los olvidados, pero ¿sabe quién paga la consecuencia de esto? La paga la clase media cuando estos chicos que no tienen nada salen a robar: todos los días a la clase media le matan un taximetrero, un carnicero, está a quien le roban el auto y lo matan. Bueno, eso está generado por lo que le digo: si los que más tienen no son solidarios, las consecuencias las paga la clase media. No la paga la clase alta: a los socios del Jockey Club, a los que veranean en Europa no les matan un familiar, las víctimas son de clase media, en Boedo, en Flores, en Villa Luro”.

Por último, Samid se refirió a la reunión que mantuvo luego de que le impidieran la entrada en el Mercado de Liniers: “Bien, me fue bien... Bueno, casi nos vamos a las manos, pero yo soy así, tengo sangre en las venas y defiendo mi posición con todo. Cuando sea mayor, como usted, seguramente voy a cambiar”, fue el filoso remate que escogió el empresario para terminar la charla.

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